
Grapa tenía que ver con cuadernillos que siempre finalizaban con el héroe al borde de la muerte, para, al cabo de una semana, salir airoso del peligro... para acabar en una nueva situación comprometida y así hasta el infinito. Me refiero, obviamente, al tebeo de aventuras, dejó de lado el humor, también grapa, pero que iba por otros caminos. La grapa tenía que ver principalmente con los mecanismos del continuará. En aquellos tebeos los guionistas estaban ceñidos a ese continuará, obligándose a incluir, semana tras semana, un clímax que diese fin al cuadernillo y excitase el deseo del lector de conocer la suerte del héroe, provocándole la necesidad de comprar el siguiente número. Todo esto, para mi muy divertido, tenía el inconveniente de lastrar los guiones al necesitar un clímax a piñón fijo. Esto no fue exclusivo del tebeo español, las daily strips estadounidenses sufren el mismo lastre. Muchas de ellas, leídas más tarde en un recopilación en tomo, parecen ir a saltos.

Cuando Marvel llegó a España no le hice mucho caso, en parte porque estaba centrado en otro


Con el tiempo los universos de Marvel y DC se han ido complicando hasta extremos insufribles salvo para los especialistas, cosa que evidentemente no soy, como tampoco he sido nunca un gran comprador de grapa. El sistema de cross-over ha agravado la situación, aun interesándome mucho títulos como “Civil War", por poner un ejemplo, jamás hubiese podido leerlo entero sino hubiese sido por el afán completista de Iván. Habría esperado al tomo o los tomos.
Este artículo comencé a redactarlo antes de que Iván publicase su detallado e interesante artículo sobre el mismo tema. En ocasiones veo... casualidades (¿o no?). Iván cita, como yo también tenía previsto citar el magnifico “Manifiesto del Viejo Bastardo” de Ellis, donde este se inclina por el tomo, esa recopilación de grapas en un solo volumen. Yo apuesto, no es nada original, por ese formato, sin ninguna nostalgia, porque la grapa es nostalgia y no tengo nada contra esta, me parece que la nostalgia sólo es negativa para los que se quedan anclados en ella, la nostalgia como recuerdo de los buenos ratos me parece cojonuda.
Pero, volviendo al viejo bastardo, creó que el cómic ha evolucionado lo suficiente para que tengamos una nueva tensión, la que se produce entre los aficionados a los personajes y los aficionados a los autores. Como señala Ellis nuestras tebeotecas y librerías están, generalmente, organizadas por personajes o colecciones y no por autores, entiendo que eso se ha acabado. Hace años buscaba cómics porque me interesaba tal o cual personaje, la mayoría de las ocasiones sin saber quien era su guionista o su dibujante, hoy por hoy me interesan los autores que me producen cierta garantía, los personajes, por mucho que me atraigan, son cada vez menos importantes y no existe ninguno que no contenga, en sus colecciones, mucha mierda desechable.