Si el mes pasado fue bastante flojo con respecto a las novedades este es todo lo contrario, podemos encontrar en nuestra librería una gran variedad de material interesante y largamente esperado.
Para empezar la segunda entrega (de tres) de Clásicos DC Batman y Los Outsiders, donde sigo flipando con las estupendas historias de Mike W. Barr y los dibujos de Jim Aparo y Alan Davis.
Con el número dos de Reinado Oscuro: Jóvenes Vengadores se termina la intervención del grupo en el crossover. La historia no ha estado al nivel de la primera miniserie del grupo, pero aun hay esperanzas de que el equipo creativo original vuelva a reunirse, ya que los jóvenes héroes siguen de actualidad.
Con el Thor Vol. 4 #25 (Thor #603 yanqui) tenemos el penúltimo número de Straczynski para la colección, y apunta a un final de lo más interesante. Lo cierto es que, la que empezó como una de las intervenciones más flojas de Straczynski en los cómics se ha convertido en una historia chulísima y que engancha hasta el final.
No soy seguidor del Capitán América ni de Ed Brubaker, pero mi opinión con respecto al segundo está cambiando bastante, han caído tres cómics del autor en mi carpeta este mes. Para empezar el #53 del Vol. 7 del Capi, que es el 600 yanqui debido a la política de recuperación de numeraciones que esta llevando a cabo Marvel. Los números que se suman para llegar a la cifra actual se explican en la contracubierta del cómic.
Aparte de la importancia del número, este cómic celebra el primer aniversario de la muerte del Capi, con la resurrección del personaje (sí, otro personaje que muere y no le dejan descansar en paz). Lo cierto es que la resurrección no sucede en este número, si no en la miniserie Captain America Reborn, que Panini ha recopilado en un solo tomo, pero el #600 es un prólogo fundamental.
Volviendo al tomo, obra de Brubaker y un genial (como siempre) Brian Hitch, nos permite disfrutar de una gran historia en la que se repasa la vida del Centinela de la ibertad. Panini ha incluido una buena cantidad de cubiertas alternativas de la serie y un texto explicativo final que permite que muchos lectores se pongan al día y no necesiten haber sido seguidores de la serie regular. Os puedo asegurar que la historia del Capi es una de las más complicadas de seguir de todo el Universo Marvel.
Para terminar con el tema del Capitán América, decir que no hay que confundir este tomo con la mierda que hizo Rob Liefeld en 1996, pues lo de “Reborn” puede llevar a confusión.
Lo retro está de moda y Brubaker es un experto, como ha demostrado en su trayectoria en la serie del Capitán América, así que se ha metido ha realizar El Proyecto Marvels (es el título de la serie). Este cómic está muy influenciado por el gran trabajo que realizaron Kurt Busiek y Alex Ross en Marvels, que recientemente tuvo una secuela titulada Marvels: Eye of the Camera, del propio Busiek.
Mientras Marvels era un “documental” que repasaba los más importantes momentos del Universo Marvel, El Proyecto Marvels pretende llenar el vacío entre el famoso Marvel cómics #1 de 1939 y el teórico nacimiento del Universo Marvel con el primer número de los 4 Fantásticos en 1961. Veremos como avanza la serie, que en EEUU va por el número 7 y sigue en curso.
Para terminar, por fin tenemos en nuestro país el primer número de la etapa de Warren Ellis y Simone Bianchi en Astonishing X-Men, que continúa la idea de Joss Whedon y John Cassaday y que comienza bastante interesante.
Esta nueva etapa solo tiene una cosa que me toca las narices, el número 1 de Panini contiene el Astonishing X-Men #25 y el Astonishing X-Men Sketchbook Special de 2008, donde el Bianchi se tira el rollo de sus nuevos diseños para los uniformes del grupo. ¿Nuevos?, y una mierda, les ha cambiado la X de sitio (joder que novedad) y ha añadido más detallitos innecesarios a los sobrios y efectivos diseños de Cassaday (y es probable que Salvador Larroca, que dibujaba X-Men en esa época, también aportase algo). Ha vuelto a ponerle el corpiño clásico a Emma Frost, pero para plantarle en el centro del pecho una X enorme, que no nos permite disfrutar de su fantástico canalillo y se ha pasado por el forro la gracia de que Coloso recuperase su primer uniforme, y le ha puesto uno nuevo con bastante poca imaginación. Con Lobezno más de lo mismo, la mínima variación del traje clásico (el amarillo) que realizó Cassaday, pero con la X sobre el corazón.
No digo que Bianchi sea malo, todo lo contrario, pero plantarse medallas de nuevos diseños, cuando los buenos son prácticamente los mismos que había y los realmente nuevos son bastante pobres le hace perder bastantes puntos.
Pese a todo, tengo muchas esperanzas puestas en esta nueva etapa de Astonishing X-Men y en que conserve el tono que tuvo la obra maestra de Whedon y Cassaday.
viernes, 16 de abril de 2010
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