Las fiestas navideñas son un buen tiempo para la lectura. Tenía algunos títulos atrasados y por fin los he podido leer con tranquilidad.
Las serpientes ciegas ha ganado el Nacional del Cómic y con esa sola referencia lo he leído. Parece que los servidores culturales han decidido que el hecho de que un cómic español se publique antes en Francia que en nuestro país es un punto a su favor, así sucedió con Arrugas, el año pasado, y ahora con Las serpientes ciegas. ¿Un buen cómic? Por supuesto pero... en ningún caso una obra redonda. Cuenta a su favor con las, casi siempre, plúmbeas referencias a la guerra civil española, algo que parece encantar a los jurados. Si no hubiese sido publicado por Dargaud y tuviese como fondo la guerra civil ¿habría sido premiado? Creo que no, pero no es más que un juicio de intenciones. Las serpientes ciegas me plantea otra cuestión. Un cómic publicado por Marvel y más tarde por Panini, me refiero a un cómic USA guionizado y dibujado por autores españoles, ¿podría optar al Premio Nacional?. Entiendo que no, aunque no puedo asegurarlo. ¿Por qué entonces un cómic francés de Dargaud y, más tarde publicado en España, por BD Banda, puede recibir el galardón? Grandes misterios de la humanidad. Como todo en este post, subjetivamente, encuentro mucho más innovador y redondo, por citar un título del tipo político o social, La cuenta atrás.
Hace meses disfrute con la miniserie The Surrogates, poco después, pese a las diferencias para suavizar la historia, también pase un buen rato con su versión cinematográfica. Con estas referencias me puse a leer la precuela Los sustitutos: carne y hueso publicada por Glénat. No está nada mal, pero, en mi opinión no supera al primer título en lo que se refiere al guión de Robert Vendetti, una historia que planteaba, en el primer titulo, una serie de interesantes interrogantes morales, limitándose, lo que no es poco, en la precuela a una atractiva historieta de ciencia-ficción policial. Los textos incluidos al final de cada capítulo, como en su predecesora, excelentes. Por lo que se refiere al dibujo, aparentemente simple, de Brett Welele, me ha seducido, su mezcla de sencillez, en ocasiones casi bocetos, y su uso del color me parecen de lo mejor.
Hace tiempo que tenía abandonados a Los muertos vivientes y aproveche tres días en el campo para leer los tomos 6, 7 y 8 de la edición española de Planeta. ¡Que gustazo! No puedo asegurar que Robert Kirkman sea el mejor guionista de la actualidad, en primer lugar porque no es lo mismo escribir para una franquicia que para una creación propia y, en segundo lugar, porque obviamente no conozco más que una pequeña parte de la producción actual. Pero si puedo asegurar que no conozco ningún guionista que, tras leer, completamente enganchado y entregado, tres tomos me deje con una sensación de pedir más, más y más... personajes currados, planteamientos morales, emoción, violencia brutal, historias de amor y una tensión narrativa que no decae en ningún momento. El placer lo completan los dibujos de Charlie Adlard. Si bien cuando tomó la serie me hizo añorar a Tony Moore, lo cierto es que Adlard ha ido creciendo en las sucesivas entregas y su dibujo ya esta completamente integrado en una serie que ya ha marcado historia.
miércoles, 13 de enero de 2010
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