De toda la plantilla de maravillosos villanos locos de Batman ha tenido que ser el zonzo Croc quien visitase Barcelona. Y es que soso es el adjetivo que se merece Batman Barcelona. El Caballero del Dragón. Desde las primera viñetas se observa una historieta carente de emoción, previsible y que más parece hija de un proyecto propagandístico que de la imaginación. Claramente Mark Waid , por otro lado excelente guionista, no se ha roto la sesera para la visita del caballero oscuro a la Ciudad Condal. El dibujo de Diego Olmos cumple, pero tampoco es para tirar cohetes. La portada de Jim Lee tampoco demuestra demasiado apego por la historia, presentando una desganada (y mocha) visión de la Sagrada Familia. Todo es insulso y carente de interés.
Más esencia contiene Joker.. aparentemente. Un guión más currado y un dibujo de mayor calidad, pero... Brian Azzarello no puede evitar su banal pedantería, con un insustancial libreto que no aparta nada ni al Joker ni a ninguno de los muchos personajes que hace desfilar por su historieta, ¡que lejos de los hallazgos de Miller o, más de mi gusto, Jeph Loeb! El dibujo de Lee Bermejo sostiene la historia y aporta, en el cómic, una nueva imagen de Joker, obviamente cimentada en la caracterización de Heath Ledger en la contemporánea The Dark Knight.
Ambos títulos tiene un inicuo tufillo comercial. Y que nadie se escandalice, no estoy contra lo comercial, todos los títulos de DC (o Marvel, o cualquier editora), son venturosamente comerciales, pero, afortunadamente, en muchas ocasiones, incluyen también la pasión, la imaginación... no es el caso de los anteriores.
Dejo lo mejor para el final. Reconozco que disfruto (cuando me entero, que no es siempre) con los intentos de mantener una mitología, un universo coherente como el de Marvel, pero también admito que, en muchas ocasiones, la cosa me carga y que es un coñazo tener que conocer a todos los personajes y sus diferentes peripecias para comprender un tebeo. Por otra parte entiendo que hay personajes, y, tal vez Batman sea el mejor, que aguantan cualquier cosa.
All Star Batman y Robín es una delicia aunque se pase los clásicos por el forro. Por una vez estoy de acuerdo con la publicidad editorial, Frank Miller y Jim Lee integran un “impresionante equipo creativo”.
Cuando un tomo, en ese formato lo he conocido, me atrae me encanta realizar una primera “lectura” puramente visual, pasando una página tras otra, sin leer. El trabajo de Lee es magnifico, apasionante aunque te pierdas muchas cosas. Cada página, incluida alguna desplegable, esta tratada de forma especifica, con una estupenda narrativa visual. En Kioscopedia ignoramos a entintadores y coloristas, es tremendamente injusto en muchos casos, pero no damos para más, lo digo porque el entintado de Scott Williams (que figura en portada) y el color de Alex Sinclair (no aparece en portada) son imprescindibles para el disfrute visual.
Frank Miller, como guionista, me parece un genio del cómic, sin problema, me parece también un estupendo dibujante en algunas historietas (Sin City, sin ir más lejos), pero no tanto en otras ocasiones, sus dibujos de Dark Knight returns me aburren, por eso disfruto de su labor en este título, meramente literaria y cojonuda.
viernes, 19 de junio de 2009
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