¿Tiene valor estadístico la encuesta sobre los cómics que llevaríamos a una isla desierta? Obviamente, no, pero tampoco creo que sus promotores lo pretendiesen.
En algún sitio he leído que “estas cosas” no sirven para nada y ahí si que no estoy de acuerdo. A mi me ha servido para varias cosas.
En primer lugar para divertirme con un tema que me apasiona, algo que ya sería bastante.
En segundo lugar, para entrar en contacto con otros aficionados y compartir o disentir con sus opiniones.
En tercer lugar, para aprender. Como todo el mundo –creo- no he leído todos los títulos incluidos; algunos incluso me eran desconocidos y pienso, si a determinado blog le interesan cómics que me han gustado mucho, ¿por qué no probar a leer otros títulos que se me han pasado por alto y son del agrado de ese blog?
Para mi es más que suficiente... y apetecible para enrollarme.
Así que me enrollo, y, SIN NINGÚN AFÁN CIENTÍFICO, ni de sentar cátedra, simplemente como una subjetiva diversión, paso a comentar la encuesta.
Insisto en lo de renunciar al aspecto científico porque no tiene sentido hacerlo, en primer termino porque son pocas encuestas, es más bien un muestreo, y en segundo termino porque (afortunadamente) cada uno ha contestado como ha querido, así hay autores que no han sido votados por un cómic determinado sino por su obra completa y lo mismo ha sucedido con algunos personajes
LOS 15 DE LA ISLA EN EL TIEMPO.
Si admitimos el discutible consenso que sitúa el nacimiento del cómic en 1898 con el Yellow Kid, lo primero que observamos es que no hay referencia alguna a los primitivos clásicos.
Lo más añejo que encontramos es a Tintín, creado por Hergé en 1929, citado de forma general, aunque el reportero (¿) belga aparecerá más tarde con tres obras concretas: El secreto del Unicornio (1943), El tesoro de Rackham el rojo (1944) y Las joyas de la Castafiore (1963).
La década de los 30 aparece en media docena de ocasiones.
El Príncipe Valiente (1937) de Hal Foster es quien se lleva la palma, con una única referencia al Tarzán de Burne Hogarth en 1937 y al Flash Gordon (1934) de Alex Raymond, el personaje aparecerá posteriormente citado en la versión de Al Williamson en los 60.
Entrando en los 40, aparecen casi una decena de títulos con el Spirit (1940) de Will Eisner a la cabeza, un Eisner que no volveremos a encontrarnos hasta mucho más tarde con Nueva York, vida en la gran ciudad, ya en el siglo XXI.
El pionero Raymond repite, ahora con el elegante Rip Kirby (1946).
En los 30 nadie se acordó de Milton Caniff y Terry y los piratas, pero en esta década si aparece el autor con Steve Canyon (1947).
Como habeis visto el grueso de la Golden Age USA y el nacimiento de los superhéroes ha pasado sin referencia a ninguno de ellos en la encuesta.
Pero ya en los 50 encontramos al superhéroe que inauguró la Silver Age: Flash, con una sola nominación referida los números realizados por John Broome y Carmine Infantino, entre 1959 y 1967; Flash se dejará ver más tarde, ya en los 80, firmado por Geoff Johns.
Pero si algo destaca en esta década son las referencias a las publicaciones de E.C., Tales from the Crypt, The Vault of horror, The Haunt of Fear (incluidas en la edición española Clásicos del Terror) y Weird Science, todas 1950. Uno de los mejores autores de estas publicaciones, Wally Wood, es nombrado una vez de forma general.
La aparición de Astérix (1959) como personaje, también de general, figura una sola vez, aunque el galo repite, con Obélix y compañía, en 1976.
En 1957 aparece el primer título de la lista en español: El Eternauta de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López.
Si en las anteriores décadas los nominados no han llegado a la decena, en los 60 pasan de la treintena.
Mort Cinder (1962) del ya citado Héctor Germán Oesterheld y de Alberto Breccia y el teniente Blueberry (1963) de Jean-Michel Charlier y Jean Giraud Moebius son, con diferencia, los dos personajes más citados.
Corto Maltés (1967) de Hugo Pratt es el otro personaje no estadounidense más citado.
Spirou aparece por primera vez con Spirou y Fantasio - Z como Zorglub (1961) de Greg, André Franquin y Jidehem.
La creación del Universo Marvel se refleja de forma generalizada, acaparando casi un tercio de las menciones de esta década.
Los Cuatro Fantásticos (1961) con la firma de sus creadores, Stan Lee y Jack Kirby, son los más nombrados.
Tras ellos, Los Vengadores (1963) bajo los creditos de Roy Thomas y John Buscema, desde 1967, y por Sal Buscema desde 1969.
Spiderman (1962) tiene la primera de sus apariciones. Sus “padres” Stan Lee y Jack Kirby por un lado y John Romita, desde 1966, son los autores citados.
Tienen también sus primeras nominaciones Thor (1962) con los inevitables Lee y Kirby, Doctor Extraño (1963) de Lee y Steve Ditko y Nick Furia (1963) en Nick Furia, agente de Shield (1968) firmado por Jim Steranko en 1968.
Fuera de Marvel, el Animal Man (1968) de Grant Morrison aparece en un par de encuestas.
Batman también es nominado por primera vez.
Aunque revisaré los datos sobre tebeo español en otra entrega, señalo que es en esta década cuando aparecen los primeros títulos: 13 Rue del Percebe, Topolino y El Cosaco Verde.
No hay muchas menciones de manga, la primera de ellas se la adjudica Fénix (1967) de Osamu Tezuka.
... y dejo para próximas entregas este subjetivo análisis por la línea del tiempo. [sigue en 2]
viernes, 22 de mayo de 2009
martes, 12 de mayo de 2009
Como disfruto de las ausencias (Iván Rodríguez)
Para empezar me gustaría agradecer a nuestro amigo de Comic is art la interesante propuesta de realizar la lista de los 15. Debí hacerlo antes. Disculpas y enhorabuena por tu idea. Espero que en el futuro compartamos iniciativas semejantes.
Además de haber disfrutado con el hecho de elegir 15 obras (ha sido duro dejar muchas fuera de la lista, pero lo cierto es que 15 es un buen número) me ha encantado ver como muchos autores sumamente sobrevalorados han sido completamente ignorados.
Se que mucha gente se me tirará al cuello cuando digo que Alan Moore es uno de estos autores, y uno de los argumentos que utilizarán será decirme que yo incluí el Top 10 del autor en mi lista.
No puedo negar que Moore ha sido clave en la historia del cómic y que Watchmen revolucionó el cómic de superhéroes, también es cierto que comics como V De Vendetta, La Cosa Del Pantano y La Broma Asesina son obras maestras, pero que me podéis decir a favor de From Hell, La Liga De Los Hombres Extraordinarios, su paso por WildCats, su Capitán Britania o Lost Girls. Si estas últimas obras hubiesen estado firmadas por otro autor serían, como mínimo, objeto de mofa por parte de los aficionados. Pero no, pone Alan Moore en la portada y por tanto tienen que ser adoradas. Es más, hablando del caso concreto de Lost Girls, puedo asegurar que las ventas del número 1 (de 3 tomos) fueron espectaculares, pero los números 2 y 3 se los han comido nuestros queridos libreros con patatas. Lo lamento señor Moore, esta vez la magia del nombre no ha funcionado, y me alegro.
Otra obra que acumula polvo en muchas estanterías es mi odiado Sandman de mi odiado Neil Gaiman. ¿Qué por qué acumula polvo? La respuesta es sencilla: porque es un cómic que hay que tener y a todo el mundo le han vendido que es una joya del noveno arte y si no te gusta Sandman no sabes de comics, pero lo cierto es que leerlo no es más que un ejercicio de masoquismo. No puedo negar que disfruté como un enano poseído con 1602, pero estoy convencido, o al menos quiero convencerme, de que Gaiman no está orgulloso de esa obra. Lamentaría coincidir con semejante autor en lo más mínimo.
Por otro lado lamento haber visto pocos trabajos de Bendis, Stracynski, Loeb o Vaughan, que me parecen de lo mejorcito que curra en Marvel actualmente, pero ahí tengo que cerrar la boca ya que no tuve espacio para los tres últimos. Voy a desquitarme diciendo que el Amazing Spider-Man de Stracynski, la trayectoria general en la línea Ultimate de Loeb y los Runaways de Vaughan se quedaron fuera por poco.
Saludos cordiales para todos los que han participado en Los 15 y espero seguiros leyendo y que sigáis leyendo con vuestro buen criterio aunque no siempre estemos de acuerdo.
Además de haber disfrutado con el hecho de elegir 15 obras (ha sido duro dejar muchas fuera de la lista, pero lo cierto es que 15 es un buen número) me ha encantado ver como muchos autores sumamente sobrevalorados han sido completamente ignorados.
Se que mucha gente se me tirará al cuello cuando digo que Alan Moore es uno de estos autores, y uno de los argumentos que utilizarán será decirme que yo incluí el Top 10 del autor en mi lista.
No puedo negar que Moore ha sido clave en la historia del cómic y que Watchmen revolucionó el cómic de superhéroes, también es cierto que comics como V De Vendetta, La Cosa Del Pantano y La Broma Asesina son obras maestras, pero que me podéis decir a favor de From Hell, La Liga De Los Hombres Extraordinarios, su paso por WildCats, su Capitán Britania o Lost Girls. Si estas últimas obras hubiesen estado firmadas por otro autor serían, como mínimo, objeto de mofa por parte de los aficionados. Pero no, pone Alan Moore en la portada y por tanto tienen que ser adoradas. Es más, hablando del caso concreto de Lost Girls, puedo asegurar que las ventas del número 1 (de 3 tomos) fueron espectaculares, pero los números 2 y 3 se los han comido nuestros queridos libreros con patatas. Lo lamento señor Moore, esta vez la magia del nombre no ha funcionado, y me alegro.
Otra obra que acumula polvo en muchas estanterías es mi odiado Sandman de mi odiado Neil Gaiman. ¿Qué por qué acumula polvo? La respuesta es sencilla: porque es un cómic que hay que tener y a todo el mundo le han vendido que es una joya del noveno arte y si no te gusta Sandman no sabes de comics, pero lo cierto es que leerlo no es más que un ejercicio de masoquismo. No puedo negar que disfruté como un enano poseído con 1602, pero estoy convencido, o al menos quiero convencerme, de que Gaiman no está orgulloso de esa obra. Lamentaría coincidir con semejante autor en lo más mínimo.
Por otro lado lamento haber visto pocos trabajos de Bendis, Stracynski, Loeb o Vaughan, que me parecen de lo mejorcito que curra en Marvel actualmente, pero ahí tengo que cerrar la boca ya que no tuve espacio para los tres últimos. Voy a desquitarme diciendo que el Amazing Spider-Man de Stracynski, la trayectoria general en la línea Ultimate de Loeb y los Runaways de Vaughan se quedaron fuera por poco.
Saludos cordiales para todos los que han participado en Los 15 y espero seguiros leyendo y que sigáis leyendo con vuestro buen criterio aunque no siempre estemos de acuerdo.
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lunes, 11 de mayo de 2009
Dragon Ball Evolution: Basura Hollywoodiense (Cristian Rodríguez)
Las previsiones eran malas, pero casi siempre las películas tienen algo de aprovechable, y más las del género fantástico y/o de comics pero esta película...
Han cogido un gran cómic alabado por millones de aficionados y lo han destrozado por todos los lados, no se ha respetado para nada la esencia del cómic.
Los personajes no tienen nada que ver con los originales:
Son Goku en el cómic es un chico inocente, siempre está de buen humor, nunca se le ha visto en una escuela,... y aquí es todo lo contrario: no se le ve sonreir, siempre está de mala hostia,...
No recuerdo una adaptación tan mala en mucho tiempo, recuerdo la película de Capitán América de los 80 y es mil veces mejor.
Es normal que se alteren cosas para una película, y no me parece mal tampoco, como pasa en X-Men o Spider-Man que se altera algún acontecimiento para que haya más dramatismo pero la historia de Dragon Ball es facilmente adaptable a la gran pantalla y la han cagado pero profundamente.
Los fans han dado el veredicto, y sólo hace falta entrar en la gran base de datos de películas de internet que es IMDB (http://www.imdb.com/) y la puntuación de esta película es de 3.2 sobre 10.
La taquilla ha sido un fracaso, y se lo tienen bien empleado. Esto es lo mejor que podía pasar porque sino vamos a ir con miedo de lo que Hollywood va a hacer con futuras adaptaciones.
Mis 15 favoritos 3 (Cristian Rodríguez)
Incluyo aquí las 15 series que han impactado en mi vida como lector y también algunas que bien por ser muy joven me influenciaron más de lo normal y vistas ahora pueden parecer muy sencillas o bodrios. No están ordenadas por importancia.
1. Superman (de John Byrne)
Esta estapa fue la primera colección que empecé en serio a coleccionar cuando salía en Zinco y me gustó, no sólo por sus guiones sino por los dibujos de John Byrne. Al empezar el personaje de cero en estos comics es más fácil seguir toda la historia, ahora mismo la cronología del personaje lleva 23 años sin parar y es más dificil seguir la trama sin haber leido todo.
2. Superlopez (de Jan)
Este personaje me gustó mucho desde el principio ya que se influenciaba de Superman pero en un tono humorístico. Al principio las historias eran más fantásticas y tengo que decir que me cautivaban y me hacían más gracia que las de ahora que son más “sociales”
3. Dragon Ball (de Akira Toriyama)
La fiebre Dragon Ball me cogió de lleno en el momento y sigo apreciando este Manga como una de las mejores historias épicas que conozco. Para mi es simplemente una obra maestra, lo que no se puede decir de la película Hollywood, que es todo lo contrario.
4. Saint Seiya: Los caballeros del Zodiaco (de Masami Kurumada)
Este Manga lo he llegado a aceptar mucho más que Dragon Ball ya que me siento más cercano a sus historias, es más dramático y parte de la mitología griega que a mi siempre me ha fascinado.
5. Flash (de Geoff Johns)
A Flash me aficioné al ver la serie de TV y luego pasé a los comics y estos me decepcionaron un poco, pero al leer la etapa de Geoff Johns a cargo del personaje me metí de lleno en este y ahora es mi favorito.
6. Flash (de John Broome y Carmine Infantino)
Esta estapa la conocí con los comics de Zinco, que sacó solo 14 si no recuerdo mal, pero las historias me encantaron, y casi me siguen gustando más que las de ahora porque son más irreales, y aunque sepa como van a acabar disfruto con ellas.
7. Sin City (de Frank Miller)
Realmente esta es la obra que provocó que volviera a comprar comics, ya que estuve una larga etapa sin hacerlo, y leer esto me dejó flipado. Acostumbrado a leer comics de Superman y cosas parecidas, este era el tipo de historia que me quería encontrar desde hace mucho tiempo.
8. Ortega y Pacheco (de Pedro Vera)
Esta pareja tiene el tipo de humor con el que más me identifico, y el autor me parece un genio. Es un tipo de cómic que te tienes que identificar mucho con lo que dicen porque sino ya formas parte de la gente con la que se meten.
9. Makinavaja / Historias de la puta mili (de Ivá)
Este hombre hizo unas historias increibles, me parece que su tipo de humor negro es de lo mejor que hay y he disfrutado mucho leyendo todas sus historietas.
10. Para ti que eres joven (de Manel F. y Monteys)
Sacado también de la revista El Jueves estas historietas me han cautivado, y me identifico casi de lleno con su humor y su ironía de la vida.
11. Clasicos de Terror de E.C. (Varios)
La editorial E.C. estuvo sacando diversos comics de suspense, terror, ciencia-ficción desde el año 1950 a 1955 aproximadamente hasta que se impuso la censura y ya cambiaron las historias. Esta etapa que son solo 5 años estuvo plagado de cómics de gran calidad con historias con las que he disfrutado totalmente por su humor negro y unos giros realmente graciosos, aunque al leer las historias ahora mismo sueles adivinar un poco los finales (es un poco previsible). Esta es la serie con la que encontré mi humor favorito, el negro.
12. JLA (de Grant Morrison)
La etapa de este autor fue la que más me impactó de los comics de la Liga de la justicia de America. Son historias realmente épicas en las que el supergrupo se emplea a fondo para superarlas. Es una etapa de gran calidad.
13. The Spirit (de Will Eisner)
Nunca me han gustado mucho las películas antiguas, ni los cómics antiguos pero hay excepciones como: King Kong, los comics de E.C. y The Spirit. Nunca imaginé encontrarme semejante calidad en un cómic tan antiguo (años 40), se disfruta casi más que uno actual. El ritmo de la historia, las situaciones, el humor, es perfecto. Will Eisner era un hombre con un talento increible.
14. Batman: Año uno (de Frank Miller)
Para mi este comic fue el que me introdujo en el caballero oscuro y me parecio extraordinariamente bueno. Las historietas de Batman tendrian que ser todas como esta.
15. Detective Marciano (de John Ostrander)
La única colección larga de comics que ha tenido este personaje de DC corrió a cargo de John Ostrander al guion y Tom Mandrake al dibujo. Este personaje, al que siempre he tenido una gran admiración fue mirado en profundidad por los autores y mantengo un muy buen recuerdo de pasar el rato leyendo estos comics.
1. Superman (de John Byrne)
Esta estapa fue la primera colección que empecé en serio a coleccionar cuando salía en Zinco y me gustó, no sólo por sus guiones sino por los dibujos de John Byrne. Al empezar el personaje de cero en estos comics es más fácil seguir toda la historia, ahora mismo la cronología del personaje lleva 23 años sin parar y es más dificil seguir la trama sin haber leido todo.
2. Superlopez (de Jan)
Este personaje me gustó mucho desde el principio ya que se influenciaba de Superman pero en un tono humorístico. Al principio las historias eran más fantásticas y tengo que decir que me cautivaban y me hacían más gracia que las de ahora que son más “sociales”
3. Dragon Ball (de Akira Toriyama)
La fiebre Dragon Ball me cogió de lleno en el momento y sigo apreciando este Manga como una de las mejores historias épicas que conozco. Para mi es simplemente una obra maestra, lo que no se puede decir de la película Hollywood, que es todo lo contrario.
4. Saint Seiya: Los caballeros del Zodiaco (de Masami Kurumada)
Este Manga lo he llegado a aceptar mucho más que Dragon Ball ya que me siento más cercano a sus historias, es más dramático y parte de la mitología griega que a mi siempre me ha fascinado.
5. Flash (de Geoff Johns)
A Flash me aficioné al ver la serie de TV y luego pasé a los comics y estos me decepcionaron un poco, pero al leer la etapa de Geoff Johns a cargo del personaje me metí de lleno en este y ahora es mi favorito.
6. Flash (de John Broome y Carmine Infantino)
Esta estapa la conocí con los comics de Zinco, que sacó solo 14 si no recuerdo mal, pero las historias me encantaron, y casi me siguen gustando más que las de ahora porque son más irreales, y aunque sepa como van a acabar disfruto con ellas.
7. Sin City (de Frank Miller)
Realmente esta es la obra que provocó que volviera a comprar comics, ya que estuve una larga etapa sin hacerlo, y leer esto me dejó flipado. Acostumbrado a leer comics de Superman y cosas parecidas, este era el tipo de historia que me quería encontrar desde hace mucho tiempo.
8. Ortega y Pacheco (de Pedro Vera)
Esta pareja tiene el tipo de humor con el que más me identifico, y el autor me parece un genio. Es un tipo de cómic que te tienes que identificar mucho con lo que dicen porque sino ya formas parte de la gente con la que se meten.
9. Makinavaja / Historias de la puta mili (de Ivá)
Este hombre hizo unas historias increibles, me parece que su tipo de humor negro es de lo mejor que hay y he disfrutado mucho leyendo todas sus historietas.
10. Para ti que eres joven (de Manel F. y Monteys)
Sacado también de la revista El Jueves estas historietas me han cautivado, y me identifico casi de lleno con su humor y su ironía de la vida.
11. Clasicos de Terror de E.C. (Varios)
La editorial E.C. estuvo sacando diversos comics de suspense, terror, ciencia-ficción desde el año 1950 a 1955 aproximadamente hasta que se impuso la censura y ya cambiaron las historias. Esta etapa que son solo 5 años estuvo plagado de cómics de gran calidad con historias con las que he disfrutado totalmente por su humor negro y unos giros realmente graciosos, aunque al leer las historias ahora mismo sueles adivinar un poco los finales (es un poco previsible). Esta es la serie con la que encontré mi humor favorito, el negro.
12. JLA (de Grant Morrison)
La etapa de este autor fue la que más me impactó de los comics de la Liga de la justicia de America. Son historias realmente épicas en las que el supergrupo se emplea a fondo para superarlas. Es una etapa de gran calidad.
13. The Spirit (de Will Eisner)
Nunca me han gustado mucho las películas antiguas, ni los cómics antiguos pero hay excepciones como: King Kong, los comics de E.C. y The Spirit. Nunca imaginé encontrarme semejante calidad en un cómic tan antiguo (años 40), se disfruta casi más que uno actual. El ritmo de la historia, las situaciones, el humor, es perfecto. Will Eisner era un hombre con un talento increible.
14. Batman: Año uno (de Frank Miller)
Para mi este comic fue el que me introdujo en el caballero oscuro y me parecio extraordinariamente bueno. Las historietas de Batman tendrian que ser todas como esta.
15. Detective Marciano (de John Ostrander)
La única colección larga de comics que ha tenido este personaje de DC corrió a cargo de John Ostrander al guion y Tom Mandrake al dibujo. Este personaje, al que siempre he tenido una gran admiración fue mirado en profundidad por los autores y mantengo un muy buen recuerdo de pasar el rato leyendo estos comics.
domingo, 10 de mayo de 2009
Mis 15 favoritos 2 (Iván Rodríguez)
Podría haber elegido comics más antiguos o haber incluido a Asterix y a Tintín en la lista pero he querido tirar hacia lo que más me a gustado en los últimos tiempos y me ha hecho recuperar el gusto por los comics, ya que como marvelfan los 90 fue una época terrible y dejé de comprar, salvo para completar colecciones.
New X-Men (Grant Morrison & Frank Quitely). Durante la etapa de Morrison en X-Men circularon varios dibujantes, debido a la lentitud de Quitely, pero fue el cambio radical que dieron a los mutantes estos dos artistas lo que me hizo volver a engancharme a los mutantes. Desafortunadamente, con la marcha de Morrison la serie volvió a caer en el pozo, y salvo excepciones como Astonishing X-Men las series de mutantes no tienen ni un mínimo de calidad.
Astonishing X-Men (Joss Whedon & John Cassaday). Pese a no mantener el look de cuero negro y volver a las coloridas mayas, Whedon recuperó el espíritu de los New X-Men de Morrison y firmó 24 números en los que hemos podido disfrutar de los mutantes más dignos desde Claremont. No puedo dejar de comentar el fabuloso dibujo de Cassaday, que convirtió a Astonishing X-Men en la que probablemente sea una de las mejores series Marvel de todos los tiempos.
Patrulla-X (Chris Claremont & Paul Smith). Esta etapa de los mutantes fue la que me hizo marvelfan hasta la médula, los Morlocks y la boda (que no llega a celebrarse) de Lobezno son dos tramas geniales con un Claremont más inspirado que nunca gracias al fantástico dibujo de Smith. Esto no menosprecia en lo más mínimo a otros artistas como John Byrne o John Romita Jr., que también son responsables de la grandeza de la Patrulla-X, pero me quedo con Paul Smith.
Ultimates (Mark Millar & Brian Hitch). Nunca he sido fan de los Vengadores, pero la visión de Millar sobre los héroes más poderoso de la Tierra, mucho más macarra y chulesca que la original engancha desde el primer hata el último número. Tengo que decir, que a raíz de esta serie, veo a los Vengadores con otros ojos y de hecho me he enganchado a los Nuevos Vengadores de Bendis pese a ser una concepción muy diferente del grupo. Los Nuevos Vengadores de Bendis se han quedado fuera de la lista por una cuestión de espacio.
Nuevos Mutantes (Chris Claremont & Sal Buscema). El primer spin off de la Patrulla-X tuvo etapas geniales pero las historias de Nueva Roma y del Club Fuego Infernal en los comienzos aguantan el paso del tiempo mejor que obras a las que se les ha dado más bombo. La pena es que muchos nuevos lectores o gente que se la perdió en su momento lo tienen difícil para recuperar esta serie.
Lobezno (Chris Claremont & John Buscema). Es posible que esta serie no sea de lo mejor que ha parido Claremont, pero cuando salió a la venta la colección de mi mutante favorito, y encima dibujada por el maestro Buscema, me volví adicto.
Authority (Mark Millar & Frank Quitely). La creación corresponde a Warren Ellis, pero la etapa de Millar, junto al genial a la par que tardón Quitely es un derroche de imaginación y grandes homenajes, la parodia de los Vengadores es una de las razones por la que esta serie está en esta lista.
Transmetropolitan (Warren Ellis & Darick Robertson). Spider Jerusalem es probablemente el antihéroe más retorcido, más cabrón y más divertido sobre el que jamás he leido y Transmetropolitan, la gamberrada de Ellis con la que mejor lo he pasado.
The Boys (Garth Ennis & Darick Robertson). Ennis es otro gamberro fabuloso y con su Predicador lo pasé genial, pero The Boys es mucho más salvaje y entretenida. Pese a no sufrir al Comic Code sigue habiendo censura y la serie tuvo que pasar de Wildstorm a Dynamite para no perder el espíritu original.
Ultimate Spider-Man (Brian Michael Bendis & Mark Bagley o Stuart Immonen). Bendis es el actual Dios de Marvel y ha llegado ahí gracias a un conocimiento absoluto del Universo Marvel y su Continuidad. La Continuidad con la que Bendis juega de forma magistral en la línea original de Marvel es, para muchos nuevos lectores, un lastre y provoca que no entiendan de donde vienen muchas historias. Por eso se creó la línea Ultimate, en la que destaca Spider-Man, principalmente porque mantiene el guionista desde su primer número. Cierto es que el cambio de Bagley a Immonen me decepcionó al principio pero el dibujo sigue encajando a la perfección con la visión de Bendis del único héroe Marvel con una identidad secreta real.
Camelot 3000 (Mike W. Barr & Brian Bolland). Mi mayor decepción del Salón del Cómic del año pasado fue la chapuza que hizo la editorial Planeta con la edición Absoluta del que, para mí, es uno de los mejores comics de la historia. Estoy convencido de que por algún lado tiene que haber material extra para que los aficionados puedan descubrir algo que no sabían sobre esta obra maestra del noveno arte.
Wanted (Mark Millar & J. G. Jones). Millar derrochando mala leche e incorrección política a lo bestia. Tuve la desgracia de sufrir en mis retinas la apestosa adaptación cinematográfica, pero lo que disfrute leyendo el cómic no me lo podrá quitar ninguna película.
Sin City (Frank Miller). Este cómic sí que tuvo un buen paso por el cine. El dibujo de Miller no es de mis favoritos, pero no puedo imaginar otras ilustraciones para plasmar la historia. Si no fuese por Sin City hubiese incluido la etapa de Miller en Daredevil, que también me parece imprescindible.
Top 10 (Alan Moore & Gene Ha). No podia faltar el señor Moore en esta lista, y como imagino que Watchmen está en una gran cantidad de listas me apetece dar un poco la nota. Una obra divertida desde la primera linea del prólogo, en el que Moore desbarra sobre los compañeros juveniles de los héroes y otros tópicos del género. Si Watchmen te aburrió y piensas que eres un bicho raro lee Top 10 y descubre a un Moore que muchos desconocen.
El dibujo de Ha es fantástico y la splash page con personajes de otras editoriales camuflados entre los personajes es una delicia del nivel del Popeye en la Patulla-X (¿sabéis de que hablo?).
Los Muertos Vivientes (Robert Kirkman & Tony Moore o Charlie Adlard). Van 8 números en España y la gente se sigue enganchando a esta serie de forma compulsiva. Con mucha influencia de películas como 28 Días Después, esta serie se centra en las vivencias de los pocos supervivientes de un cataclismo del que no tenemos información y no nos interesa ya que estamos absortos por la forma de relacionarse de los protagonistas. Ni los zombis del título tienen importancia que nuble la atención que prestamos a los supervivientes y a sus desventuras. No os encariñéis con ningún personaje, son todos interesantes pero también prescindibles.
New X-Men (Grant Morrison & Frank Quitely). Durante la etapa de Morrison en X-Men circularon varios dibujantes, debido a la lentitud de Quitely, pero fue el cambio radical que dieron a los mutantes estos dos artistas lo que me hizo volver a engancharme a los mutantes. Desafortunadamente, con la marcha de Morrison la serie volvió a caer en el pozo, y salvo excepciones como Astonishing X-Men las series de mutantes no tienen ni un mínimo de calidad.
Astonishing X-Men (Joss Whedon & John Cassaday). Pese a no mantener el look de cuero negro y volver a las coloridas mayas, Whedon recuperó el espíritu de los New X-Men de Morrison y firmó 24 números en los que hemos podido disfrutar de los mutantes más dignos desde Claremont. No puedo dejar de comentar el fabuloso dibujo de Cassaday, que convirtió a Astonishing X-Men en la que probablemente sea una de las mejores series Marvel de todos los tiempos.
Patrulla-X (Chris Claremont & Paul Smith). Esta etapa de los mutantes fue la que me hizo marvelfan hasta la médula, los Morlocks y la boda (que no llega a celebrarse) de Lobezno son dos tramas geniales con un Claremont más inspirado que nunca gracias al fantástico dibujo de Smith. Esto no menosprecia en lo más mínimo a otros artistas como John Byrne o John Romita Jr., que también son responsables de la grandeza de la Patrulla-X, pero me quedo con Paul Smith.
Ultimates (Mark Millar & Brian Hitch). Nunca he sido fan de los Vengadores, pero la visión de Millar sobre los héroes más poderoso de la Tierra, mucho más macarra y chulesca que la original engancha desde el primer hata el último número. Tengo que decir, que a raíz de esta serie, veo a los Vengadores con otros ojos y de hecho me he enganchado a los Nuevos Vengadores de Bendis pese a ser una concepción muy diferente del grupo. Los Nuevos Vengadores de Bendis se han quedado fuera de la lista por una cuestión de espacio.
Nuevos Mutantes (Chris Claremont & Sal Buscema). El primer spin off de la Patrulla-X tuvo etapas geniales pero las historias de Nueva Roma y del Club Fuego Infernal en los comienzos aguantan el paso del tiempo mejor que obras a las que se les ha dado más bombo. La pena es que muchos nuevos lectores o gente que se la perdió en su momento lo tienen difícil para recuperar esta serie.
Lobezno (Chris Claremont & John Buscema). Es posible que esta serie no sea de lo mejor que ha parido Claremont, pero cuando salió a la venta la colección de mi mutante favorito, y encima dibujada por el maestro Buscema, me volví adicto.
Authority (Mark Millar & Frank Quitely). La creación corresponde a Warren Ellis, pero la etapa de Millar, junto al genial a la par que tardón Quitely es un derroche de imaginación y grandes homenajes, la parodia de los Vengadores es una de las razones por la que esta serie está en esta lista.
Transmetropolitan (Warren Ellis & Darick Robertson). Spider Jerusalem es probablemente el antihéroe más retorcido, más cabrón y más divertido sobre el que jamás he leido y Transmetropolitan, la gamberrada de Ellis con la que mejor lo he pasado.
The Boys (Garth Ennis & Darick Robertson). Ennis es otro gamberro fabuloso y con su Predicador lo pasé genial, pero The Boys es mucho más salvaje y entretenida. Pese a no sufrir al Comic Code sigue habiendo censura y la serie tuvo que pasar de Wildstorm a Dynamite para no perder el espíritu original.
Ultimate Spider-Man (Brian Michael Bendis & Mark Bagley o Stuart Immonen). Bendis es el actual Dios de Marvel y ha llegado ahí gracias a un conocimiento absoluto del Universo Marvel y su Continuidad. La Continuidad con la que Bendis juega de forma magistral en la línea original de Marvel es, para muchos nuevos lectores, un lastre y provoca que no entiendan de donde vienen muchas historias. Por eso se creó la línea Ultimate, en la que destaca Spider-Man, principalmente porque mantiene el guionista desde su primer número. Cierto es que el cambio de Bagley a Immonen me decepcionó al principio pero el dibujo sigue encajando a la perfección con la visión de Bendis del único héroe Marvel con una identidad secreta real.
Camelot 3000 (Mike W. Barr & Brian Bolland). Mi mayor decepción del Salón del Cómic del año pasado fue la chapuza que hizo la editorial Planeta con la edición Absoluta del que, para mí, es uno de los mejores comics de la historia. Estoy convencido de que por algún lado tiene que haber material extra para que los aficionados puedan descubrir algo que no sabían sobre esta obra maestra del noveno arte.
Wanted (Mark Millar & J. G. Jones). Millar derrochando mala leche e incorrección política a lo bestia. Tuve la desgracia de sufrir en mis retinas la apestosa adaptación cinematográfica, pero lo que disfrute leyendo el cómic no me lo podrá quitar ninguna película.
Sin City (Frank Miller). Este cómic sí que tuvo un buen paso por el cine. El dibujo de Miller no es de mis favoritos, pero no puedo imaginar otras ilustraciones para plasmar la historia. Si no fuese por Sin City hubiese incluido la etapa de Miller en Daredevil, que también me parece imprescindible.
Top 10 (Alan Moore & Gene Ha). No podia faltar el señor Moore en esta lista, y como imagino que Watchmen está en una gran cantidad de listas me apetece dar un poco la nota. Una obra divertida desde la primera linea del prólogo, en el que Moore desbarra sobre los compañeros juveniles de los héroes y otros tópicos del género. Si Watchmen te aburrió y piensas que eres un bicho raro lee Top 10 y descubre a un Moore que muchos desconocen.
El dibujo de Ha es fantástico y la splash page con personajes de otras editoriales camuflados entre los personajes es una delicia del nivel del Popeye en la Patulla-X (¿sabéis de que hablo?).
Los Muertos Vivientes (Robert Kirkman & Tony Moore o Charlie Adlard). Van 8 números en España y la gente se sigue enganchando a esta serie de forma compulsiva. Con mucha influencia de películas como 28 Días Después, esta serie se centra en las vivencias de los pocos supervivientes de un cataclismo del que no tenemos información y no nos interesa ya que estamos absortos por la forma de relacionarse de los protagonistas. Ni los zombis del título tienen importancia que nuble la atención que prestamos a los supervivientes y a sus desventuras. No os encariñéis con ningún personaje, son todos interesantes pero también prescindibles.
Mis 15 favoritos 1 (Javo Rodríguez)
En respuesta a a la encuesta del blog amigo Comic is art, aquí van los 15 cómics que más me han influido a lo largo de un amplia vida de lector. El orden no es por preferencia sino por las fechas en que los leí.
Tarzán de Burne Hogarth.
Esta imagen fue la primera viñeta que se me quedo grabada en la memoria cuando tenía, mas o menos, 5 años. Provenía del periódico cubano El País que unos familiares enviaban a mi madre, con reproducciones de las páginas dominicales de la prensa estadounidense. Obviamente no sabía quien era Hogarth pero si sabía que dibujos eran de él, una autor inconfundible al que, en mi opinión el cómic de superhéroes debe mucho.
El cosaco verde de Víctor Mora y Fernando Costa.
Acostumbrado a los colores de las sundays americanas el tebeo español, por otra parte proscrito en la casa de mis padres, no me atraía demasiado, pero en las casas de mis amigos se acumulaban ejemplares de los tebeos de la época: El Cachorro, El Capitán Trueno, El Jabato y los de humor Pulgarcito, Tío Vivo... y acabe aficionándome. El Cosaco Verde fue muy especial para mi, primero porque pude comprar mi primer número 1 y comenzar mi primera colección clandestina. Naturalmente por entonces no sabía que tenía guiones de Víctor Mora ni dibujos de Fernando Costa, para mi sólo era como El Capitán Trueno, con divertidos acompañantes: el forzudo Karakán, el jovencito Iván y el chino Sing Li, y con una novia espectacular: Shankara.
Tintín de Hergé.
Descubrí a Tintín antes de que llegase a España, pero no en viñetas sino a través de un amigo de familia belga que, como un moderno freaky, nos relataba, como si se tratase de una película, las aventuras del (presunto) reportero y sus amigos.
Posteriormente, en casa de una amiga, pude leer mi primer Tintín, Objetivo la luna, y llegar a leer Aterrizaje en la luna y todos los demás tomos se convirtió en una obsesión. El personaje de Hergé ya es un clásico, y como sucede con los Beatles en la música, mi hijo, mis sobrinos, los hijos de mis amigos han leído sus historias antes de adentrase en otros terrenos más personales.
El Jueves.
Eterno compañero en los asientos del metro y del baño (sin que en esto haya el menor menosprecio). Ya se que la comparación no es original, pero para mi es la versión actual de Pulgarcito. Desde hace más de tres décadas compro este tebeo, no todas la semanas, pero si muy habitualmente y sus historietas no cesan de hacerme sonreír y sus ejemplares antigös de acumularse en un gran montón. Si tuviese que resaltar alguna historieta me quedo con las de Ivá (Makinavaja, Historias de la puta mili...), me parece un genio.
Paracuellos de Carlos Giménez.
No lo descubrí hasta su segunda serie, publicada en Comix Internacional, con el título, por entonces de Auxilio Social, a comienzos de los 80 del pasado siglo.
Pero no fue el descubrimiento de una serie sino de un autor: Carlos Giménez, para mi el más grande historietista español. Desde entonces no he dejado de leer toda su obra y jamás me ha aburrido, trate el tema que trate.
Cosas de la vida de Gerad Lauzier.
Los 80, a pesar del boom del cómic (los tebeos dejaron de ser tebeos para convertirse en cómics) no fueron años apasionantes para mi. Moebius, Corben, Pratt, Crepax... me aburrían bastante (y, en general, lo siguen haciendo), a pesar de esto existían pequeñas islas, además de los citados el Jueves y Carlos Gimenéz, me divertían las historietas de Abulí y Bernet en Torpedo y, entonces, como un luminoso descubrimiento, apareció Gerad Lauzier, poco correcto políticamente y enormemente divertido. No se si lo he dicho, pero lo primero que le pido a un cómic (o novela, o pieza teatral o peli o... lo que sea) es que me divierta, luego viene lo demás. Lauzier es enormemente divertido y lo demás tambien está presente en sus historietas.
La Patrulla X de Chris Claremont.
Como veréis, hasta hora, los superhéroes no han aparecido y no porque no me hubiesen gustado, en la época del Instituto tuve vicio de Novaro (Superman, Batman -a la cabeza-, Flecha Verde, Linterna Verde, Aquaman...), pero luego considere que ya era mayor para entretenerme con esas tonterías. La recuperación vino a través de mi hijo, fan(atico) de los mutantes y, muy en particular de la Patrulla X que publicaba Forum. Hojeando, por curiosidad, uno de sus tebeos me encontré con Claremont, en mi opinión un genio de los guiones y, casi sin darme cuenta caí en las garras de Marvel y su Universo, a los que considero un culmen de la cultura pop.
Camelot 3000 de Mike W. Barr y Brian Bolland.
Otro descubrimiento interpuesto por mi hijo. La mezcla de leyenda artúrica y estética de superhéroes me fascino, el dibujo de Bolland, para mi un dibujante que merece más reconocimiento del que posee, me pareció estupendo y, además de sexy, novedoso.
La broma asesina de Alan Moore y Brian Bolland.
De nuevo aparece mi hijo, pero ahora no como descubrimiento. Su pasión por Marvel me hizo regalarle esta obra (en mi opinión maestra) de un superhéroe DC que yo recordaba con cariño. Pero que equivocado estaba (por entonces y hasta mucho más tarde no supe quien es Alan Moore), este no era mi Batman de Novaro, era otra cosa mucho más oscura, más siniestra. Tras leerlo, nunca se lo regale a mi hijo, fue un paso más, decisivo para volver a recuperar el placer de leer historietas de superhéroes.
Maus de Art Spiegelman.
En principio llegue a él influido por la noticia de su concesión del Pulitzer, como curiosidad cultural. Cuando comencé su lectura, su dibujo, en blanco y negro y (para mi) no demasiado atractivo me echo para atrás, pero, paradójicamente, no pude soltarlo hasta llegar al final. Fue uno de los primeros cómics que leí después de dejar el teatro y decidir dedicarme al estudio de los cómics. Su apasionante lectura me ayudó mucho en la decisión.
Persepolis de Marjane Satrapi.
Las condiciones de su descubrimiento son parecidas a las de Maus, pero más políticas y sociales que en el citado caso. El desastre (en principio recibido con alegría) de la caída del Sha se transformo en el infierno de Jomeini y el inicio de la amenaza islámica. El retrato de la vida de la propia Marjane me parece una de las grandes obras de la ficción (¿) histórica.
Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons.
Ya sabía quien era Alan Moore, pero la lectura, completa y a fondo, fue tardía y un autentico placer.
Bastante manoseados están Moore y Watchmen como para que diga algo. Sólo aclarar que Moore es uno de mis escritores (no guionista solamente, escritor) favoritos y que merece el Nóbel de literatura y que Watchmen me parece una obra maestra. ¡Que original!, ya lo se, pero no quiero ni puedo dar más de si. ¡Ah, se me olvidaba!. Desgraciadamente sólo se pueden incluir 15 títulos, pero si hubiese uno más, incluiría, sin dudar, Top 10.
Entender el cómic de Scott McCloud.
El único de los 15 que no pertenece a la ficción. Lo compre, con dudas por lo poco que me intereso Zot, pero se ha convertido en un libro de cabecera que responde plenamente a su título. Genial y recomendable no sólo para seguidores del cómic, sino también para otras profesiones, teatro, psicología, cine...
Transmetropolitan de Warren Ellis y Darick Robertson.
Mi hijo, una vez más, me dijo: "Te va a molar" y vaya si acertó. Las absolutamente incorrectas peripecias de Spider Jerusalem me tienen atrapado y es una de las escasas colecciones completas que me son imprescindibles. Fue también el descubrimiento de Ellis, otro guionista que me parece imprescindible y que, con The Authoriti hubiese merecido figurar en esta lista.
Los muertos vivientes de Robert Kirkman e, inicialmente, de Tony Moore y, luego, Charlie Adlard.
Consejo también interpuesto, primero por el sabio Oscar de Nexus 4 (en Santander) y, trasvasado por mi hijo, llego a mis manos. Ya en 1968 me flipó La Noche de los Muertos Vivientes de George A. Romero. No por el malsano regusto por el gore (que también padezco) sino por la siempre interesante historia de un grupo de personas, muy diferentes entre sí, que se enfrentan a una situación límite. Otra de las escasas colecciones que me he propuesto terminar.
Tarzán de Burne Hogarth.
Esta imagen fue la primera viñeta que se me quedo grabada en la memoria cuando tenía, mas o menos, 5 años. Provenía del periódico cubano El País que unos familiares enviaban a mi madre, con reproducciones de las páginas dominicales de la prensa estadounidense. Obviamente no sabía quien era Hogarth pero si sabía que dibujos eran de él, una autor inconfundible al que, en mi opinión el cómic de superhéroes debe mucho.
El cosaco verde de Víctor Mora y Fernando Costa.
Acostumbrado a los colores de las sundays americanas el tebeo español, por otra parte proscrito en la casa de mis padres, no me atraía demasiado, pero en las casas de mis amigos se acumulaban ejemplares de los tebeos de la época: El Cachorro, El Capitán Trueno, El Jabato y los de humor Pulgarcito, Tío Vivo... y acabe aficionándome. El Cosaco Verde fue muy especial para mi, primero porque pude comprar mi primer número 1 y comenzar mi primera colección clandestina. Naturalmente por entonces no sabía que tenía guiones de Víctor Mora ni dibujos de Fernando Costa, para mi sólo era como El Capitán Trueno, con divertidos acompañantes: el forzudo Karakán, el jovencito Iván y el chino Sing Li, y con una novia espectacular: Shankara.
Tintín de Hergé.
Descubrí a Tintín antes de que llegase a España, pero no en viñetas sino a través de un amigo de familia belga que, como un moderno freaky, nos relataba, como si se tratase de una película, las aventuras del (presunto) reportero y sus amigos.
Posteriormente, en casa de una amiga, pude leer mi primer Tintín, Objetivo la luna, y llegar a leer Aterrizaje en la luna y todos los demás tomos se convirtió en una obsesión. El personaje de Hergé ya es un clásico, y como sucede con los Beatles en la música, mi hijo, mis sobrinos, los hijos de mis amigos han leído sus historias antes de adentrase en otros terrenos más personales.
El Jueves.
Eterno compañero en los asientos del metro y del baño (sin que en esto haya el menor menosprecio). Ya se que la comparación no es original, pero para mi es la versión actual de Pulgarcito. Desde hace más de tres décadas compro este tebeo, no todas la semanas, pero si muy habitualmente y sus historietas no cesan de hacerme sonreír y sus ejemplares antigös de acumularse en un gran montón. Si tuviese que resaltar alguna historieta me quedo con las de Ivá (Makinavaja, Historias de la puta mili...), me parece un genio.
Paracuellos de Carlos Giménez.
No lo descubrí hasta su segunda serie, publicada en Comix Internacional, con el título, por entonces de Auxilio Social, a comienzos de los 80 del pasado siglo.
Pero no fue el descubrimiento de una serie sino de un autor: Carlos Giménez, para mi el más grande historietista español. Desde entonces no he dejado de leer toda su obra y jamás me ha aburrido, trate el tema que trate.
Cosas de la vida de Gerad Lauzier.
Los 80, a pesar del boom del cómic (los tebeos dejaron de ser tebeos para convertirse en cómics) no fueron años apasionantes para mi. Moebius, Corben, Pratt, Crepax... me aburrían bastante (y, en general, lo siguen haciendo), a pesar de esto existían pequeñas islas, además de los citados el Jueves y Carlos Gimenéz, me divertían las historietas de Abulí y Bernet en Torpedo y, entonces, como un luminoso descubrimiento, apareció Gerad Lauzier, poco correcto políticamente y enormemente divertido. No se si lo he dicho, pero lo primero que le pido a un cómic (o novela, o pieza teatral o peli o... lo que sea) es que me divierta, luego viene lo demás. Lauzier es enormemente divertido y lo demás tambien está presente en sus historietas.
La Patrulla X de Chris Claremont.
Como veréis, hasta hora, los superhéroes no han aparecido y no porque no me hubiesen gustado, en la época del Instituto tuve vicio de Novaro (Superman, Batman -a la cabeza-, Flecha Verde, Linterna Verde, Aquaman...), pero luego considere que ya era mayor para entretenerme con esas tonterías. La recuperación vino a través de mi hijo, fan(atico) de los mutantes y, muy en particular de la Patrulla X que publicaba Forum. Hojeando, por curiosidad, uno de sus tebeos me encontré con Claremont, en mi opinión un genio de los guiones y, casi sin darme cuenta caí en las garras de Marvel y su Universo, a los que considero un culmen de la cultura pop.
Camelot 3000 de Mike W. Barr y Brian Bolland.
Otro descubrimiento interpuesto por mi hijo. La mezcla de leyenda artúrica y estética de superhéroes me fascino, el dibujo de Bolland, para mi un dibujante que merece más reconocimiento del que posee, me pareció estupendo y, además de sexy, novedoso.
La broma asesina de Alan Moore y Brian Bolland.
De nuevo aparece mi hijo, pero ahora no como descubrimiento. Su pasión por Marvel me hizo regalarle esta obra (en mi opinión maestra) de un superhéroe DC que yo recordaba con cariño. Pero que equivocado estaba (por entonces y hasta mucho más tarde no supe quien es Alan Moore), este no era mi Batman de Novaro, era otra cosa mucho más oscura, más siniestra. Tras leerlo, nunca se lo regale a mi hijo, fue un paso más, decisivo para volver a recuperar el placer de leer historietas de superhéroes.
Maus de Art Spiegelman.
En principio llegue a él influido por la noticia de su concesión del Pulitzer, como curiosidad cultural. Cuando comencé su lectura, su dibujo, en blanco y negro y (para mi) no demasiado atractivo me echo para atrás, pero, paradójicamente, no pude soltarlo hasta llegar al final. Fue uno de los primeros cómics que leí después de dejar el teatro y decidir dedicarme al estudio de los cómics. Su apasionante lectura me ayudó mucho en la decisión.
Persepolis de Marjane Satrapi.
Las condiciones de su descubrimiento son parecidas a las de Maus, pero más políticas y sociales que en el citado caso. El desastre (en principio recibido con alegría) de la caída del Sha se transformo en el infierno de Jomeini y el inicio de la amenaza islámica. El retrato de la vida de la propia Marjane me parece una de las grandes obras de la ficción (¿) histórica.
Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons.
Ya sabía quien era Alan Moore, pero la lectura, completa y a fondo, fue tardía y un autentico placer.
Bastante manoseados están Moore y Watchmen como para que diga algo. Sólo aclarar que Moore es uno de mis escritores (no guionista solamente, escritor) favoritos y que merece el Nóbel de literatura y que Watchmen me parece una obra maestra. ¡Que original!, ya lo se, pero no quiero ni puedo dar más de si. ¡Ah, se me olvidaba!. Desgraciadamente sólo se pueden incluir 15 títulos, pero si hubiese uno más, incluiría, sin dudar, Top 10.
Entender el cómic de Scott McCloud.
El único de los 15 que no pertenece a la ficción. Lo compre, con dudas por lo poco que me intereso Zot, pero se ha convertido en un libro de cabecera que responde plenamente a su título. Genial y recomendable no sólo para seguidores del cómic, sino también para otras profesiones, teatro, psicología, cine...
Transmetropolitan de Warren Ellis y Darick Robertson.
Mi hijo, una vez más, me dijo: "Te va a molar" y vaya si acertó. Las absolutamente incorrectas peripecias de Spider Jerusalem me tienen atrapado y es una de las escasas colecciones completas que me son imprescindibles. Fue también el descubrimiento de Ellis, otro guionista que me parece imprescindible y que, con The Authoriti hubiese merecido figurar en esta lista.
Los muertos vivientes de Robert Kirkman e, inicialmente, de Tony Moore y, luego, Charlie Adlard.
Consejo también interpuesto, primero por el sabio Oscar de Nexus 4 (en Santander) y, trasvasado por mi hijo, llego a mis manos. Ya en 1968 me flipó La Noche de los Muertos Vivientes de George A. Romero. No por el malsano regusto por el gore (que también padezco) sino por la siempre interesante historia de un grupo de personas, muy diferentes entre sí, que se enfrentan a una situación límite. Otra de las escasas colecciones que me he propuesto terminar.
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