viernes, 13 de junio de 2008

La gran columnista Angélica Liddell (Iván Rodríguez)

No tengo ni puta idea de quien coño es el tal Sindo al que cita la gran columnista Angélica Liddell en “YO SOY LA DEBILIDAD” publicada en el diario Público (30.04.08). cuando dice: “A Superman nunca se le notan las venas de la polla”. Pero, aun no siendo yo un gran fan del de los calzones por fuera, le puedo dar dos opciones para que satisfaga su curiosidad:


1 – Apáñeselas para ver Mallrats, la peli de Kevin Smith, en la que hay una interesante conversación sobre los hábitos sexuales del sujeto de pene peligroso para las o los simples mortales.
2 – Para ver potentes pollas venosas es mejor dar una vuelta por la sección de adultos de cualquier tienda de comics. Estoy seguro de que la variedad la dejará abrumada y que si se esfuerza un poco es posible que encuentre algún dibujo de Superman luciendo su kryptoniano miembro. Estoy casi convencido de que a alguien se le ha ocurrido haceruna versión porno de tan famoso superhéroe.

La original cita del fulano conocido como Sindo (si fuese mujer no quedaría bien poner fulana, así que en beneficio de la política de la corrección intuiré que es un maromo interesado en rabos de superhéroes) es solo la primera perla de un cúmulo de despropósitos que la gran columnista Angélica Liddell pretende hacer pasar por una columna de opinión.

Después de la profunda reflexión sobre las venas del supercipote pasa a criticar de forma despiadada a los superhéroes en general con frases como: “El superhéroe representa en nuestros días la cúspide del puritanismo social y de los valores incorruptibles de la clase media europea. Encarna la búsqueda permanente de la coherencia, lo cual le convierte en un estúpido o en un fascista”. Reflexiones como estas son dignas de esos grandes psicólogos y/o sociólogos que dicen que los niños que cogen un fusil de asalto y se cargan a sus compañeros de escuela lo hacen porque han estado escuchando a Marilyn Manson (esto es un poco anticuado, pero la verdad es que no se quien es actualmente el representante musical del Diablo) o les gustan los juegos de rol.

La gran columna, como si de una maravillosa sinfonía se tratase, va in crescendo hasta llegar a mi parte favorita, en la que la gran columnista Angélica Liddell nos desvela su frustrada vocación de meretriz sufridora de enfermedades venéreas con intención de contagiar a los hombres. Esto lo escribe ella, y cito textualmente: “porque uno de mis sueños frustrados, desde niña, ha sido de trabajar de puta de carretera y contagiar enfermedades a los hombres”.

¿Obsesión por los penes superheroicos? ¿Odio hacia el género masculino? ¿Necesita la gran columnista Angélica Liddell un juguetito de tienda especializada en el arte del amor?

Es muy posible que yo sea completamente idiota y no sepa leer entre líneas tan sutil y hermosa columna, es probable que mi idiotez venga de leer estúpidos y/o fascistas comics de superhéroes y que cuantos más leo más se me va pudriendo el cerebro. Y que estas circunstancias me lleven a escribir mis desvaríos en un blog, o quizá algún día poder plasmar mis pútridos pensamientos en una columna.

No me voy a molestar ni en hacerle una lista de lecturas recomendadas, ya que estoy convencido de que una persona tan bien informada como usted se habrá documentado para escribir una opinión sobre superhéroes. Aunque, sinceramente, creo que una columnista de su calibre debería escribir sobre cosas más serias y dejarnos estos temas a los frikis descerebrados.

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