Fui a ver X-Men Primera Generación (X-Men First Class) con varios prejuicios, no sobre la calidad o lo entretenida que iba a ser, más bien en lo relativo a la intención del film. Estaba casi convencido de que la idea de los creadores era marcar un nuevo punto de partida para la franquicia, y me encontré con una precuela que encaja al cien por cien con las tres (cuatro si contamos con la peli de Lobezno) adaptaciones previas de La Patrulla-X, bueno, si nos ponemos un poco pijoteros encontraremos fallos de continuidad pero no voy a entrar en el debate de diferencias entre cine, cómic y aficionados.
El peso de la historia cae sobre los personajes de Xavier y Magneto, su amistad previa a su eterno enfrentamiento y la búsqueda de los que serían los primeros integrantes de La Patrulla-X (nada que ver con la original de los comics o los viestos en los films previos).
Entre las principales cualidades de la peli tengo que resaltar la parte en la que ambos protagonistas localizan y reclutan a los jóvenes mutantes, con cameo, de los que arrancan una sonrisa, incluido, la dignidad con la que se presentan los viejos uniformes negro y amarillo, y, por supuesto, la fabulosa intervención de Kevin Bacon como Sebastian Shaw (en una versión muy libre y novedosa).
Haciendo un breve repaso a las películas anteriores, tuvimos una presentación de lo más digna con el clásico enfrentamiento entre Xavier (Patrulla-X) y Magneto (Hermandad de Mutantes Diabólicos), una continuación con una nueva visión de “Dios Ama, El Hombre Mata” y, por último, la versión de la saga de Fénix Oscura con Morlocks incluidos. Con el film actual no podemos decir que los guionistas se basasen en un arco argumental determinado, más bien han recogido pedacitos de flash-backs vistos a lo largo de las colecciones mutantes y los han modificado a su gusto para encajarlos como origen de las historias antes mencionadas, con dinamismo y gran capacidad de entretenimiento.
Entre los puntos flacos de la peli tenemos una desafortunada (en algunos casos) elección de secundarios, tanto en personajes, Marea simplemente no mola, y actores, Emma Frost merecía una exhuberancia y sensualidad muy por encima de las posibilidades de January Jones. Pero otros personajes dan mucho juego, el ya mencionado Sebastian Shaw, Mística (y el triángulo / cuadrado amoroso que genera) y Azazel, un personaje tan prescindible en los comics como impresionante en pantalla, ya que nos da una versión malvada y retorcida de nuestro querido Rondador Nocturno.
Y volviendo a los protagonistas, tanto James McAvoy (Xavier) como Michael Fassbender (Magneto) hacen justicia a las versiones que hicieron los grandes Patrick Stewart y Sir Ian McKellen. Destacando que el primero se reconcilia con las adaptaciones comiqueras, ya que fue el protagonista de la infumable, desastrosa, y otros cientos de calificativos despectivos versión de Wanted.
Para terminar, una queja contra el cine en general y la película en particular: hubiese preferido una visión más “Ultimate” o actualizada de la historia, creo que La Segunda Guerra Mundial y La Guerra Fría son los periodos muy interesantes del siglo XX y de la historia de la humanidad, que pueden dar muchísimo juego en cualquier tipo de entretenimiento (cómic, cine, videojuegos, etc.) pero una versión más actual del origen de los personajes basada en otros acontecimientos históricos más recientes daría un toque de originalidad que echo en falta.
2 comentarios:
Estupenda crítica, me parece la más razonada y matizada de todas las que has hecho hasta hoy.
Totalmente de acuerdo en lo de Emma Frost, calienta mucho más en los cómics que en la pantalla. Tan sólo disiento de el último párrafo, no me hace falta una versión más actual del origen de los personajes, por el contrario creo que esa referencia histórica es uno de sus encantos.
La película es estupenda. Me parece que está muy bien realizada, tiene un metraje adecuado para desarrollar una historia con matices y detalles, y a pesar de que el tema ciertamente anima, creo que no abusa de efectos especiales. Después de ver la infumable Thor, me he vuelto a reconciliar con las pelis comiqueras. Por cierto, me llamó mucho la atención la silla de ruedas del profesor Xavier; ¿No tiene un diseño un pelín “avanzado” para ser de principios de los sesenta?.
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