martes, 19 de octubre de 2010

El gran Vázquez (Javo Rodríguez)

Reconozco que acudí a ver El gran Vázquez con la mosca detrás de la oreja. Las razones del mosqueo eran dos: una manifiesta desconfianza hacia cine español cuando realiza biografías y las imágenes de Santiago Segura que inevitablemente me retrotraían hacia su ya detrito Torrente.
Afortunadamente me equivoqué. Desde las primera imágenes me encontré con una historia divertida que, sin olvidar los aspectos más sórdidos, retrataba con cariño y respeto a un gran autor de historietas y donde Óscar Aibar conseguía una interpretación contenida de Santiago Segura quien encarnaba a Vázquez y no a Torrente.
Merecedora de un mayor presupuesto, la recreación de la Barcelona de la época, la acción comienza en 1964, logra trasladarte a aquellos tiempos en los que Vázquez creaba historietas y portadas para la contradictoria Bruguera. Contradictoria pues combinaba criminales contratos con sus artistas, basándose por el forro su derechos, con un paternalismo que salvó de la miseria a muchos de sus empleados perdedores de la Guerra Civil, no en vano Francisco Bruguera había sido oficial del ejército republicano y llegó a pasar por un campo de concentración.
La casa de Bruguera y, sobre todo, sus principales personajes cuentan con excelentes secundarios. Enrique Villén consigue una acertado retrato de González, el controvertido boss de los tebeos de Bruguera, creador de el Inspector Dan o Don Furcio Buscabollos, amén de otros muchos personajes sin acreditar. El siempre eficaz Álex Angulo borda al pesetero Peláez. Manolo Solo, el cura "renegado" de Cuéntame, ES Ibáñez, la secuencia donde se produce el reencuentro entre el creador de Mortadelo y Filemón con un Vázquez ya en decadencia es de los mejor de la peli. Todo el reparto es en general, como poco, correcto.
Aunque principalmente conocido por Las hermanas Gilda o Anacleto, agente secreto yo buscaba siempre las historietas de La familia Cebolleta, La familia Chrumbel y Ángel Siseñor, obviamente sin saber que eran de Vázquez. Sólo mucho más tarde conocí, a través de Los Cuentos de Tío Vázquez, a aquel autor capaz de pasar del DDT al Papus o a Makoki, anarquista de vocación, estafador y sinvergüenza, cualificado para hacer creer -y recibir dinero varias veces- por la muerte de su padre, para tener varias mujeres o para visitar la cárcel en más de una ocasión.
El director Óscar Aibar conoció a Vázquez cuando ambos colaboraban en Makoki, Aibar, guionista en tebeos como Zona84, Totem, El Víbora, Cimoc, Cairo... retrata a su admirado Vázquez sin caer nunca en la hagiografía pero con un cariño que logra emocionar en más de una secuencia.
Sin llegar a ser una obra redonda El gran Vázquez es una película muy estimable, honrada y que cumple sus objetivos haciendo pasar un buen rato. El retrato de un gran historietista, imprescindible para los amantes de Vázquez y del tebeo.

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