viernes, 11 de enero de 2008
Estraperlo y tranvia (Javo Rodríguez)
En mi infancia, cuando tenía la inmensa fortuna de pillar una gripe lo primero que pedía era zumo de naranja y tebeos. Si había suerte llegaban Pulgarcito o DDT o Tio Vivo; pero, en ocasiones, estos estaban agotados y lo que me traían era el TBO. No me gustaba el TBO, me parecía una antigualla, tan sólo una familia y un autor llamaban mi atención. El autor era “el de los personajes flacos”,hasta años después no sabría que su nombre era Coll, un historietista que, pese a su genialidad, tuvo un miserable y trágico final. La familia era la Higueruelo, más conocida como los Ulises.
Con imágenes de Benejam y guiones, no acreditados, de Joaquín Buigas, desde su aparición en 1944 fueron un fijo en la última página del TBO hasta su desaparición.
Habría de pasar dos décadas para recuperar las historietas de los Ulises. En 1988, con el título ¡Hala, hala a mogollón... con la familia Rovellón!, Francisco Pérez Navarro y Jordi García Sempere, retomaban los personajes aunque convenientemente (¿) puestos al día.
Ahora, en pleno siglo XXI, de la mano de Alfonso López, la familia Ulises regresa en Estraperlo y Tranvía . En el prólogo afirma el autor que “esta nueva aventura está hecha desde el respeto, pero no desde el mimetismo” y realmente, como sucedió con su revisión de La Juventud del Capitán Trueno, López consigue su objetivo.
Acertadamente Alfonso López ignora el agigornamento de los Revellón, ambientando su historieta en 1952, con el estraperlo, los maquis y el Congreso Eucarístico como fondo, la vida de los Ulises se complica (como en las añejas historietas) con la aparición de un elemento extraño al núcleo familiar, en esta caso el sinvergüenza Fernandino, un antiguo amigo de Ulises que dificultara el objetivo del cabeza de familia: la compra de una nevera eléctrica.
La historia es entretenida y mantiene la atención de principio a fin. El dibujo de Alfonso López es brillante, no sólo en su versión de los los Ulises, sino también en los múltiples cameos de personajes tanto de ficción como reales. Es un entretenimiento añadido encontrar en sus viñetas a Zipi, Zape (y Don Pantuflo), a Carpanta, a Doña Urraca, a Don Pío (y Benita), o a las hermanas Gilda, entre unos personajes de ficción que, curiosamente no corresponden al universo del TBO, sino al de Bruguera. Entre los personajes reales también podemos buscar a Fernando Fernán Gómez, a Manuel Alexandre o a José Luis López Vázquez.
Un homenaje, lleno de cariño a estas entrañables criaturas y un solo pero ¿por qué se ha suprimido el peculiar y barroco lenguaje de Doña Filomena?.
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