lunes, 7 de marzo de 2011

Más mutantes, más Vengadores y más Ellis (Iván Rodríguez)


Ya está en las tiendas el número 0 de la nueva colección mutante: X-Men, sí, otra vez, vamos a tener un X-Men número 1 (el del mes que viene, ya he dicho que este es el 0, correspondiente al one-shot yanqui de presentación).

Voy a repasar brevemente los nombres de las colecciones mutantes, ya que alguien podría perderse:

En 1963 aparece The X-Men, que en su número 142 (de 1981) cambió oficialmente a The Uncanny X-Men, nombre que conserva (voy a pasar del tema de lo que pone en portada y tal, que para eso ya está perfectamente explicado en las fichas correspondientes de Kioscopedia). Hay que señalar que esta colección no ha sufrido cancelaciones, ni ha sido renumerada (omitiendo la época de las recopilaciones y breve cancelación previa al mítico Giant Size #1), lo que se puede considerar un logro para una
colección Marvel. Su nombre en español siempre ha sido La Patrulla-X.

En 1991 los mutantes estaban de moda y hacían falta más colecciones, así que el grupo principal se dividió en dos equipos. De esta forma nació X-Men, sin el “The”. La serie recién nacida arrasó de tal forma que se convirtió en la principal colección mutante. En 2001 llego Grant Morrison (benditos británicos), y, además de dar un nuevo enfoque y recuperar la calidad de los guiones, le cambió el nombre por New X-Men. Morrison se piró y la serie volvió a ser X-Men (2004). Pero había que seguir con los cambios de nombre, y desde 2008 hasta la actualidad la serie se llama X-Men Legacy. Los nombres en español han sido: X-Men, Nuevos X-Men, X-Men y X-Men legado.

Recopilando: teníamos The Uncanny X-Men y X-Men Legacy como series madre y ahora se suma X-Men (me niego a decir lo de volumen 4 yanqui o volumen 2 en la edición de Panini porque me pierd
o con el tema).

Con guión de Victor Gischler y dibujo de Giuseppe Camuncoli (para el one-shot de presentación, ya que será Paco Medina el encargado de los lápices en la serie regular para el primer arco y posteriormente Chris Bachalo), los X-Men, o, mejor dicho, la patrulla se enfrentarán a un viejo enemigo: los vampiros, personajes que apenas han sido explotados en las series mutantes, pero todos recordamos ese maravilloso especial obra de Claremont y Sienkiewicz, en el que la patrulla se enfrentaba a Drácula.

Pues tres series principales y una infinidad de spin-offs, entre las que siempre destaca Astonishing X-Men (aun podemos disfrutar de los guiones de Warren Ellis en esta serie). ¿Saldrán los mutantes del pozo negro creativo en el que se sumergieron durante los noventa y del que, pese a Morrison y Whedon, no han salido hasta la actualidad?
La nueva colección pinta bien, pero ya veremos.


La otra rama fuerte de Marvel (posiblemente la principal, gracias a los grandes crossovers) es la de los Vengadores. El mes pasado comenté la recuperación de viejas cabeceras y la creación de nuevos títulos, mencionando de pasada la recuperación de Los Nuevos Vengadores, estrenada este mes.
Tengo poco que decir, con Bendis dirigiendo el cotarro voy a necesitar unos cuantos números para ver como evolucionan los arcos y los inevitables cruces.

Ahora le toca el turno una curiosidad editada por Glénat. Vamos a vivir, en un plazo más breve de lo que creemos y/o queremos, un cambió radical al cómic digital (no voy a entrar al tema, porque es lo suficientemente interesante como para dedicarle un apartado más cuidado), pero ya hace tiempo que los lectores siguen series en la web. Así nació FreakAngels de Warren Ellis y Paul Duffield, en 2008 pasó a papel de la mano de Avatar, y la serie continúa en la actualidad.
Warren Ellis es un grandísimo escritor y un visionario, a veces la caga (habrá un huevo de gente que no coincida con esta opinión) como hemos podido ver en Blackgass, Black Summer, Doktor Sleepless o algunas colaboraciones alimenticias para Marvel. Pero el creador de Transmetropolitan, The Authority, Planetary, Sendero Tortuoso (novela) y un largo etcétera es un genio.

Pues FreakAngels es otra joya del británico, jóvenes con poderes (que no superhéroes) en un mundo postapocalíptico. Violencia, mala leche y chulería habitual en los guiones de Ellis, pero con un refrescante tono juvenil. Habrá división de opiniones, seguro, pero yo ya la he incluido en mi carpeta personal de Nexus 4.

Bueno, pues un buen mes para los que aun tienen esperanzas con los mutantes, para los fieles seguidores de Bendis y los Vengadores (sin olvidarse de que Brubaker es el encargado de Vengadores Secretos) y para los admiradores de Ellis que quieran algo menos heroico.

martes, 1 de marzo de 2011

Con Emilio Gonzalo (Javo Rodríguez)


Emilio Gonzalo fue uno de los primeros en conocer el proyecto de Kioscopedia, creo que en este mismo despacho donde me recibe, probablemente el despacho profesional más atípico que he visto, sus estanterías y sillas están repletas de cómics de todo tipo que contrastan con su seria profesión de asesor fiscal.
Emilio nació en 1962...

Emilio- ...el 22 de octubre de 1962.

Javo- Coño, casi con el primer disco de los Beatles...

Emilio- Casi... y casi cuando nació Spiderman -me corta Emilio y comienza a enrollarse. Y es que a Emilio no hay más que lanzarle un pequeño hilo para que inicie una disertación sobre su pasión: los tebeos. Alguien dijo que el entusiasmo es la fuerza más poderosa que existe y entusiasmo le sobra.

Emilio- Yo soy un tío muy feliz. ¡¡??. Que extraña suena esa frase en tiempos que tratan de pintarnos de negro y donde la queja se ha establecido como norma.

Acaba de regresar de París y me cuenta entusiasmado la vida de las librerías de cómics que ha visitado. De ahí surge nuestro pasado, el corte de la guerra civil y la dictadura que tanto retaso produjo, pero pronto llegamos al presente.


DISTRIBUCIÓN

Emilio- Uno de los problemas más graves es lo que esta cambiando el mundo editorial y creo que en España estamos un poco despistados. La figura del libero esta tendiendo a desparecer, se van a quedar las librerías especializadas -material antiguo, publicaciones de gran calidad...- pero el futuro esta en lo digital.

Le comento las dificultades para encontrar muchas ediciones en las librerías, en concreto Café Budapest -lo leí en una Biblioteca Municipal- y me fue casi imposible encontrarlo en una librería madrileña.

Emilio- La famosa charla que repite Carlos Giménez sobre lo que perdimos cuando nos fuimos de los kioscos tiene gran parte de razón. Las revistas las consumíamos todos, a muerte, Cimoc, Zona 84, Creepy... y los álbumes que nos interesaban también los comprábamos. Yo creo que si ahora hubiese revistas, probablemente, las compraríamos todos. Nos hemos acostumbrado al tema del álbum, pero te tienes que gastar la pasta, sin saber muy bien lo que compras. Con la revista podías leer parte de una serie y saber si te interesaba comparte el álbum. Uno de los problemas que tienen nuestras librerías es la falta de fondo editorial y, en muchas ocasiones, cuando vas buscando algo de fondo editorial no hay manera de encontradlo. Pero no es problema sólo de las librerías, si recurres a la propia editorial, muchas veces tampoco lo tienen.

Javo- Si quieres leer cualquier cómic que tenga más de 5 años, o te lo bajas "pirata" o no lo puedes leer.

Emilio- Todos los tebeos de los años, 30, 40 y 50, no los voy a poder tener y, probablemente tampoco me interesa poseerlos físicamente, los quiero como obras de consulta o para deleitarme en algún momento puntual, pero si hubiese alguna posibilidad de que alguien scanease correctamente, con una retribución justa para editores, autores... yo creo que todos estaríamos dispuestos a pagar, yo estoy totalmente en contra del pirateo salvaje, pero hace falta una retribución justa. A los chavales jóvenes, un tebeo en papel cada vez les queda más lejano y si además se lo ponemos caro ya no tiene sentido. Hay que cambiar, no se hacen trailer digitales y cosas así son básicas. Sería una gran idea crear un "canal-cómic" en que las editoriales presentasen sus novedades, pero por el momento no están por la labor. El papel no morirá pero al final todo el mundo tendrá un I-Pad o cualquier otro soporte. En el mundo del cómic parece que estamos sentados en una poltrona y no nos queremos mover.


EXPOCOMIC

Desde 2003, Emilio Gonzalo es el responsable de Expocomic, el salón madrileño que ya ha celebrado su decimotercera edición.

Emilio- Nadie sabe que ocurrirá con los salones cuando el papel comience a desaparecer. ¿Tendrá sentido que exista un salón, cuando ese salón sea virtual? ¿Cuando toda la oferta de cómics esté en Internet que sentido tendrá un salón? Probablemente le hayamos quitado la carga comercial, algo que me desagrada un poco y me preocupa. Siempre he pensado que el sentido de un salón es el encuentro de creadores y lectores. Los autores no son dioses tras una mesa y necesitan conocer a sus lectores. También que los autores se conozcan entre si, al fin y al cabo son una especia de ermitaños con problemas de muñeca o cervicales...

Javo- Nos acercaríamos más al concepto de convención, muy poco trabajado en España, que al de salón.

Emilio- Efectivamente, toda esa carga de 50 stands mostrando la misma novedad, probablemente desaparecerían. Serían las empresas de Internet la que tendría sus stands.

Javo- Habéis celebrado la XIII edición de Expocomic, no habéis sido supersticiosos...

Emilio- La doce más uno...

Javo- Bueno, un poco, pero os habéis atrevido a cambiar de sede, a hacer una oferta en el precio de la entrada y tu mismo te has mostrado muy satisfecho. Pero ¿cual sería la característica de Expocomic que te hiciera decir: tengo que acudir porque voy a encontrar algo que no hay en otros salones?

Emilio- Tal vez nos diferencia un poco el buen rollo que intentamos crear entre los autores y el público, no se si en otros salones lo consiguen, pero en Expocomic autores y lectores están muy contentos con la relación que tienen durante el salón, hablan mucho y se sienten muy arropados. Cuando terminamos Expocomic los autores se sienten contentos. Que los autores se sientan mis amigos, nos llamemos en Navidades y esas cosas me satisface mucho y pienso seguir peleando por el salón, a pesar de factores negativos, crisis, poco apoyo institucional y hasta las pequeñas refriegas que hay dentro del mundo del cómic. Pero tenemos que ir no tanto hacia nuevos espacio, sino a incluir cosas diferentes.


ASOCIACION

Desde la entrada de Emilio en la dirección de Expocomic, el salón ha sido oficialmente organizado por la Asociación de Amigos del Cómic.

Javo- ¿A quién esta abierta la asociación?

Emilio- A todo aquel que quiera participar. No pedimos nada.

Javo- ¿No ay cuotas ni...?

Emilio- Intentamos juntarnos gente a la que nos gustan los tebeos. Yo soy muy enemigo de las prohibiciones. Somos un grupo de gente, el que pueda aportar algo lo aporta... de hecho hay mucha gente que son amigos y que consideramos parte de la asociación y que ni siquiera están inscritos, las listas de asociados no están al día, tenemos una base de datos que es un poco caótica, pero no hace falta carné.

EXPOMANGA Y MANGAS

Javo- La Asociaron de Amigos del Cómic es también la responsable de Expomanga que tu diriges y que tendrá lugar a primeros de mayo en su próxima edición

Emilio- Efectivamente, en la sede nueva, pero en la planta baja sólo. El manga esta arrasando a pesar de que ahora esta un poco en baja, es un público muy joven, que depende mucho de sus padres y la crisis se nota.
Una publicación manga tocho, de estas que parecen una guía de teléfonos, en un papel horriblemente malo, con una reproducción honroso, tiene una tirada de 400.000 / 500.00 ejemplares, la edición de lujo 2.000 / 5.000 ejemplares. Lo que sucede aquí tiene poco que ver, pero hay unos lectores superactivos, aunque las editoras no se hayan enterado que una gran parte de ese cómic japonés son potenciales lectores de cualquier otro tipo de cómics.

Javo- El otro día te escuche que te calificabas como pijamero, otaku y gafapasta.

Emilio- Es absurda la lucha que se esta empezando a crear entre otakus y lectores de otro tipo. Yo soy pijamero, otaku y gafaspasta, aunque mi lectura habitual, por edad, es la crítica social, el cómic franco belga o lo que llama la novela gráfica, sin dejar algunas lecturas de superhéroes o manga, donde se siguen encontrando pequeñas joyitas. Si te gusta el cómic hay que leer de todo. Aunque el ritmo y la manera de contar en el manga es muy especial, a mi me costo mucho al principio, hay que analizar un poco más su mundo, aún así yo me quedaría con el cómic español y franco belga.
Muchos autores españoles son reconocidos en todo el mundo, siempre cito el caso de Carlos Pacheco, muy amigo mío y beneficiario de Internet, mucha gente me pregunta de su vida en Nueva York, pero el vive en Cádiz, trabajando para el mercado estadounidense sin que le moleste para nada y es aclamado sin abandonar su personalidad andaluza
.

Se quedan muchos temas en el tintero -criterios para las exposiciones, precio de las entradas, ayudas institucionales, stands de la editoras...-, pero es la hora de dejar tranquilo a Emilio.
No quiere enrollarse sobre sus trabajos teóricos -eso lo dejó para los que saben, como tu- pero de cómics, de tebeos, sabe quien lee cómics y tebeos... y de eso, Emilio Gonzalo sabe mucho, muchísimo; no hay más que leer su artículo sobre Frankenstein en los cómics o la curiosidad que me muestra antes de marcharme y donde se refleja el "fusilamiento/plagio" de Mort Cinder en las páginas de una antaña revista española.